Con la llegada de las nuevas variantes, en especifico con la variante Delta (B1.617.2) identificada por primera vez en la India, los expertos en enfermedades infecciosas afirman que es necesario investigar más en la transmisión aérea para hacer frente a la propagación de la Covid.
«Al principio de esta pandemia, se aludía que un contacto directo durante 15 minutos pudiera ser motivo de preocupación para la transmisión. Ahora parece que el riesgo de transmisión podría ser entre 5 y 10 segundos. El riesgo es mucho mayor ahora que hace un año», afirmó esta semana la Dra. Jeannette Young, jefa de sanidad del estado de Queensland (Australia) informando que «con la variante Delta, se está observando que un contacto muy breve podría provocar la transmisión de la enfermedad».
La ministra de Nueva Gales del Sur (Australia), Gladys Berijiklian, ha señalado que se habría producido transmisiones en encuentros “ocasionales”, después de que las cámaras de seguridad revelaran que dos personas que caminaban juntas por 5-10 segundos en el interior de una zona comercial de la ciudad de Sídney se habían podido contagiar con el virus.
En ese momento no había ninguna obligación de uso de las mascarillas en Sídney, y es poco probable que las personas estuvieran vacunadas, ya que menos del 5% de la población australiana ha recibido las dos dosis.
Está claro que la variante B1.617.2 tiene una capacidad de transmisión sustancial, pero los científicos aún no han establecido por qué. La profesora Catherine Noakes, miembro del Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (SAGE) del Reino Unido y experta en infecciones transmitidas por el aire de la Universidad de Leeds, sugirió tres posibles razones: que las personas infectadas tienen una mayor carga viral, lo que significa que emiten más partículas; que las personas necesitan estar expuestas a menos cantidad del virus para infectarse; o que un tiempo de exposición relativamente corto con una persona infectada es suficiente para propagar la enfermedad.
La variante Delta se está actualmente imponiendo a otras variantes del virus. En el Reino Unido, se estima que representa ya casi el 90% de las nuevas infecciones.
En España, donde la secuenciación de las variantes es muy baja, se estima que actualmente, en algunas CCAA, podría suponer entre un 15% y 30% del virus circulante.
El científico jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, dijo la semana pasada: «La variante Delta va de camino para convertirse en la variante dominante a nivel mundial debido a su mayor transmisibilidad».
Según los estudios del ECDC (Centro Europeo de Control de Enfermedades) esta variante es entre 40% y 60% más transmisible, y para finales de agosto podría alcanzar el 90% de todas las infecciones circulantes en Europa, pero aún no está claro que sea de mayor virulencia, pero lo que está claro es que el riesgo de transmisión e infección aumentan entre los no vacunados y aquellos que aún no han completado la pauta vacunal.
La variante B1.617.2 es más transmisible y es motivo de preocupación, pero no de alarma
Después de meses de investigaciones científicas, la Organización Mundial de la Salud admitió formalmente en abril que la propagación del Covid se produciría por el aire. Puede producirse cuando las partículas del virus permanecen «suspendidas en el aire o sean desplazan más allá de un metro».
El profesor Hassan Vally, de la Universidad de La Trobe de Melbourne, dijo que, aunque la variante Delta sea más infecciosa, la transmisión del Covid-19 por contacto ocasional y fugaz es posible incluso con la cepa original del virus.
«Lo que nos preocupaba eran los 15 minutos que se pasaban a menos de 1,5 metros. Eso era sólo por las probabilidades: cuanto más tiempo se pasa en contacto directo, más probable es que transmitas el virus», y en general, “si un virus es más infeccioso, las probabilidades aumentan». dijo.
«El contagio es más probable si se está cerca de la persona, pero sigue existiendo la posibilidad de que las partículas del virus estén en el aire y sean respiradas por alguien que pase por allí». Esto es cierto tanto para el virus Covid-19 original como para la variante Delta.
Por ejemplo «en los espacios interiores en los que la ventilación no es adecuada, alguien con la infección puede haber entrado y salido, pero el virus todavía puede permanecer en el aire. Así que, si pasas por esa zona y respiras ese aire, podrías infectarte».
Estudios de laboratorio han demostrado que las partículas del virus pueden permanecer en el aire en forma de aerosol hasta 16 horas.
La Organización Mundial de la Salud insta, para hacer frente a la variante Delta e incluso a las personas totalmente vacunadas, a «actuar de forma segura», continuando con el testeo, rastreo de los casos y aislamiento de los contactos, manteniendo el uso de las mascarillas, el higiene respiratorio y de las manos , el distanciamiento social y adoptando todas las otras medidas de seguridad como limitar las aglomeraciones, evitar los espacios cerrados y mantener una buena ventilación de los lugares.
El Dr. Eric Feigl-Ding, epidemiólogo, economista de la salud y miembro de la Federación de Científicos Americanos de Washington (EE. UU.), remató sobre el consejo de la OMS en Twitter «La vacuna por sí sola no detendrá la transmisión comunitaria” y añadió «hay que seguir utilizando las mascarillas, especialmente las de primera calidad, incluso si estás vacunado».